ROSA DIEZ CULPA A ZAPATERO DE LA VUELTA DE ETA A LAS INSTITUCIONES

EDICION IMPRESA

El Grupo Mixto es como un cajón de sastre del que nunca se sabe muy bien lo que puede aparecer. Ayer, el presidente del Gobierno se encontró con los elogios de Coalición Canaria, pero también con una de las portavoces más duras de todo el debate sobre el estado de la Nación. Rosa Díez (UPyD) acusó directamente a José Luis Rodríguez Zapatero de ser el responsable de la vuelta de los «testaferros de ETA» a las instituciones. La única respuesta que obtuvo fue el silencio.

La portavoz de UPyD tardó unos diez segundos desde que tomó la palabra en poner el dedo en la llaga: «Unos magistrados del Tribunal Constitucional, tutelados por ustedes, so pretexto de proteger el ejercicio de un derecho fundamental a un partido que el Supremo probó que formaba parte de la estrategia de ETA, le ha negado ese derecho a la mayoría de los ciudadanos». Díez apuntó que la consecuencia es «desoladora»: «Ya hay bajas democráticas, ya hay concejales que han dimitido ante la presión, ya desaparecen los símbolos del orden constitucional de las instituciones vascas, ya se jalean a los terroristas en las calles».

Pero la parte más dura de su alegato llegó cuando hizo suya la denuncia de Rubén Múgica y el último párrafo de la carta que envió a Zapatero: «Los responsables tenéis nombres y apellido. El principal responsable es usted, y no habrá días en el calendario para perdonar lo que ha hecho».

Zapatero optó por no entrar en ese debate, como hizo el día anterior cuando Mariano Rajoy le pidió que extremara la vigilancia frente a las «chulerías» de Bildu.

En el «cajón de sastre» del Grupo Mixto también está Unión del Pueblo Navarro (UPN), con dos diputados. Su portavoz, Carlos Salvador, reprochó a Zapatero durante su intervención que afirmara «un día aciago que el concepto de nación es discutido y discutible». «Y se puso a discutir de ello políticamente con la banda terrorista el día que aceptaron hablar con ellos de Navarra», añadió. Salvador advirtió que Navarra «es el único dique político que mantendrá la unidad de España como hoy la conocemos».

En este caso, Zapatero sí quiso entrar en la discusión que le planteaba UPN, y lo hizo para defender el proceso de negociación con la banda terrorista ETA que emprendió la legislatura pasada. «Recuerdo que cuando hicimos el proceso de diálogo con ETA, al Gobierno se le acusó de haber entregado Navarra», explicó. A su juicio, «el tiempo ha demostrado que no es verdad». Según su relato, lo que ha sucedido es que «este Gobierno ha llevado a ETA a su posición más débil de toda la historia». Atribuyó el mérito a la eficacia de la Policía y a la «inteligencia de la política antiterrorista». «Eso sí, sin alharacas», añadió.

«Se habló de Navarra»

El diputado de UPN insistió en el debate: «Es verdad que dialogaron con ETA, y es innegable que se tuvo que hablar de Navarra; se habló de Navarra porque está escrito, porque ETA solo quiere Navarra. Desde siempre es su razón de ser para romper España: primero Navarra, y luego la independencia, es así». «Se equivocó, sencillamente», dijo a Zapatero.

El presidente del Gobierno no negó que hablara de Navarra con ETA durante el proceso de negociación. Solo pudo sostener que cuando se dijo que el Gobierno estaba entregando Navarra a ETA, «se mentía».

Zapatero defendió ese proceso de negociación con los terroristas, porque «ha sido una palanca para acelerar el final de ETA». «Estoy plenamente convencido de que así se reconocerá», sostuvo. Acto seguido reconoció también el mérito de que la banda terrorista se encuentre en su momento más débil «a la unión de los demócratas y a la eficacia de la Policía y la Guardia Civil».