24 de marzo de 2012

La pirueta astur: empate a 22 y UPyD como árbitro

Lavozdegalicia.es

Una formación que no tiene ni un solo concejal en Asturias y que en las elecciones del 2011 se quedó a 542 votos de ser decisiva puede adquirir ahora la categoría de fuerza central en el escenario poselectoral del Principado. Esto es lo que piensan los sociólogos asturianos, que ven factible un empate a 22 diputados entre los bloques de centroderecha (PP y Foro Asturias) y de centroizquierda (PSOE e IU), una verdadera pirueta en el ya de por sí complejo panorama político de esta comunidad.
Reunidos recientemente por el diario asturiano El Comercio en una charla pública, los expertos en análisis electoral dan por hecho que UPyD entrará con un diputado en el Parlamento. Sociólogos como Arsenio Valbuena creen que se producirá «un equilibrio» entre derecha e izquierda y que, en esta situación, asegura Rodolfo Gutiérrez, la formación liderada en Asturias por Ignacio Prendes «tendría altísimas posibilidades» de convertirse en el árbitro poselectoral. El también analista Holm-Detlev Köhler sostiene que el hecho de que un solo diputado tenga en sus manos la llave de la gobernabilidad aumentaría la complejidad del panorama político asturiano, con varias familias que no están dispuestas a entenderse.
Ante este hipotético escenario, fuentes consultadas en el PSOE creen que la política a adoptar por UPyD será la de apoyar a la fuerza más votada, pues creen que es la doctrina que defiende Rosa Díez y la dirección de esta formación a nivel nacional. Las encuestas coinciden en que, en cualquier caso, la candidatura más votada sería la socialista.
Los sociólogos están convencidos de que habrá más abstención y que esto perjudicará más a Foro Asturias, por la doble composición de su electorado: los entusiastas convencidos y los que vieron en la formación de Cascos una posibilidad de regeneración política. Parte de estos últimos abandonarían Foro en dirección a la abstención, el PP o UPyD. Para Arsenio Valbuena, el electorado que se fue al PP en las generales «se quedará allí».
Fin de la campaña
Tras el cierre adelantado al jueves motivado por la preeminencia de las elecciones andaluzas, los partidos se lanzaron ayer a una clausura de campaña descafeinada y, en la mayor parte de los casos, en recintos con escaso aforo. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, optó por combinar gastronomía y mitin, un formato que, visto lo visto, gusta mucho en el PP asturiano. La candidata popular, Mercedes Fernández, Cherines, confesó ayer que Cascos ya no es previsible para ella y que, como Jacques Chirac, se equivocó al adelantar unas elecciones.
Un auditorio con su nombre
A Francisco Álvarez-Cascos, en cambio, le hace gracia que se defina a Cherines como casquista, y recordó que el «más casquista» de todos era su actualmente acérrimo enemigo Gabino de Lorenzo, delegado del Gobierno y antes alcalde de Oviedo. «Hasta quería que el auditorio de la ciudad llevara mi nombre». De Cospedal, por contra, insistió en que su partido «está libre de rencor y abierto a todos».
Mientras, el candidato socialista, Javier Fernández, insistió en la «centralidad» de su partido para gobernar, mientras que la anfitriona del acto, la alcaldesa de Langreo, calificaba a Cascos como «la pesadilla de Asturias». Jesús Iglesias, el cabeza de lista de IU, auguró que el fracaso del Gobierno de Cascos llenará las urnas de votos a la coalición de izquierdas, una fuerza que puede ser crucial para que gobierne el PSOE.

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