Sólo UPyD defiende en Aragón la revisión del modelo de Estado

Fuente: El libre pensador

“Es imprescindible decidir qué modelo de Estado queremos, porque estamos construyendo un país con una estructura hipertrofiada y sin planos. Conocemos cómo empezó pero nadie sabe donde terminará”, ha declarado Andreu, Coordinadora del Consejo Territorial de UPyD en Aragón.

El debate sobre la devolución de competencias lo abrió esta semana Esperanza Aguirre al plantear la devolución de Sanidad, Educación y Justicia al Estado. “Ni el PP ni el PSOE tienen un modelo claro de Estado, a la luz de las diversas declaraciones de algunos de sus dirigentes”, afirma Andreu. “Defienden los privilegios fiscales de las comunidades forales, se muestran dispuesto a ampliarlas a Cataluña, detrás irán el resto de autonomías, ¿y dónde terminará?” se preguntan en UPyD.

UPyD Aragón valora que el desarrollo autonómico actual ha desbordado todas las previsiones y tiene cuatro efectos negativos sobre los ciudadanos: es inviable económicamente por su volumen “elefantiásico”, es incapaz de ofrecer soluciones conjuntas en situaciones de crisis, es generador de profundas diferencias entre los españoles tanto en derechos como en deberes y es ineficiente económicamente al producir trabas burocráticas y legales a la actividad económica.

Para la formación que lidera Rosa Díez, no es suficiente con eliminar duplicidades. “Esto, siendo necesario, no es suficiente. Hay que definir un modelo de país, los límites y las responsabilidades de cada nivel político, y diseñar una estructura político-administrativa al servicio de los ciudadanos y no de los partidos políticos, que las han utilizado como agencias de colocación”, critica Andreu.

UPyD plantea un estado descentralizado, de tipo federal cooperativo, donde todas las comunidades autónomas tengan las mismas competencias, eliminando niveles innecesarios como diputaciones provinciales y revisando lo que no está funcionando actualmente sin complejos.  Y donde el Estado asuma competencias básicas como Sanidad y Educación como garantía para sostener su viabilidad y la igualdad de todos los ciudadanos y ejerza sus competencias sobre el interés general.

“O decidimos a dónde queremos ir como país, o nos arrastrará la deriva parasitaria de los partidos, que son insaciables”, concluye Andreu.