UPyD también critica la reforma Laboral

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El responsable de Economía de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en Castilla y León, Álvaro Aparicio Mourelo, ha lamentado que la reforma laboral del Partido Popular facilite el despido en vez de la contratación; amplíe el menú de contratos en vez de reducirlo y que los contratos temporales se mantengan casi intactos. 

A su juicio, el Gobierno de Mariano Rajoy está desaprovechando una oportunidad histórica para crear un nuevo marco de contratación estable.

Aparicio ha señalado que la normalización de la indemnización de 20 días por año trabajado –hasta un máximo de 12 mensualidades-, recorta temerariamente los derechos de los trabajadores y puede provocar “despidos masivos” para sustituir empleados indefinidos por otros menos costosos. Otra de sus consecuencias perniciosas puede ser que las empresas recurran a argucias contables para justificar pérdidas  o bajada de ingresos o ventas y así aligerar plantilla.

Según Aparicio, “la reforma debería buscar un contrato único indefinido (a tiempo completo y a tiempo parcial) con indemnización creciente por despido que acabe con la dualidad del mercado laboral español. Es necesario simplificar la modalidad contractual y desincentivar la contratación temporal, salvo en algunos casos específicos con un claro concepto de estacionalidad o de puntualidad como son la interinidad, obra y servicio”.

 UPyD cree que a pesar de recuperar la prohibición de encadenar contratos temporales más allá de los 24 meses, algo que ya existió y no impidió el encadenamiento, probablemente ésta siga siendo la forma generalizada de contratación, excepto por otras modalidades igualmente precarias, como el nuevo contrato para la formación y el aprendizaje, que puede condenar a los jóvenes a ser becarios hasta los 30 años. Por su parte, el nuevo contrato indefinido de apoyo a los emprendedores contará con un periodo de prueba de un año, por lo que, en realidad, es también temporal. Se insiste en las bonificaciones, algo que se ha demostrado costoso e ineficiente en el pasado y, además, se prima a la contratación de aquellos que llevan menos tiempo en el paro, desamparando aun más a quienes han dejado de recibir ya la prestación de desempleo.

Análisis de la reforma

 Unión, Progreso y Democracia alerta de que esta reforma permite la bajada de salarios por razones técnicas, económicas, organizativas o de producción, sin necesidad de ningún tipo de acuerdo. “Es más, si el trabajador no acepta la rebaja salarial, simplemente porque la empresa cree que no es productivo puede ser despedido alegando estos motivos”, ha declarado el responsable de Economía. En realidad, ha apostillado, esa disposición rompe cualquier equilibrio y deja a los trabajadores en una situación de “gran precariedad y enorme arbitrariedad”.

Para el partido magenta, “la reforma de la negociación colectiva era necesaria por la excesiva rigidez de la anterior”. A su juicio, es positivo que introduzca la prioridad de los convenios de empresa y facilite que empresas en dificultades no apliquen el convenio de ámbito superior. Además, para favorecer la negociación y la consecución de los acuerdos, las partes deberán negociar un nuevo convenio en un plazo máximo de dos años. A partir de esa fecha, el convenio ya no estará vigente, poniendo fin a la aplicación indefinida de los convenios”.  UPyD se muestra de acuerdo con un mayor control y lucha contra el fraude laboral y contra el absentismo injustificado, se posiciona en contra las prejubilaciones masivas en grandes empresas, y defiende la utilización del contrato a tiempo parcial, así como la colaboración de las empresas de trabajo temporal (ETT) en la búsqueda de empleo.

“La parte positiva de la reforma no compensa en modo alguno el nuevo marco en las relaciones laborales que se establece”, ha concluido Álvaro Aparicio.