La
sede de UPyD Cataluña ha sido atacada el pasado martes sin causar daños
personales pero sí ha afectado a una de las ventanas. Según ha denunciado la
formación magenta, unos desconocidos han lanzado una piedra a la sede -situada
en la Gran Vía, entre las calles de Entenza y Rocafort, de Barcelona- que ha
destrozado un cristal de la sala de prensa.
En
el momento del ataque, el pasado martes poco antes de las 20:00 horas, se
encontraba en la sede un trabajador del partido que no ha sufrido ningún
contratiempo. No es la primera vez que la sede de UPyD Cataluña es atacada. El
pasado 3 de noviembre era, hasta ahora, la última vez.
La
formación que lidera a nivel nacional Rosa Díez ya había denunciado ataques en
la anterior sede, en Las Ramblas. En un comunicado, UPyD Cataluña ha señalado
que esta agresión será puesta en conocimiento de los Mossos d’Esquadra mediante
la correspondiente denuncia.
Ataques
a políticos
Aunque
en los últimos meses, de diciembre a estas fechas, los ataques a las sedes de
los partidos políticos y a los propios dirigentes han descendido, en los
últimos años los asaltos y agresiones han sido constantes. Al margen de las
agresiones a la sede de UPyD, el local de Ciudadanos en Gerona ha sido atacado
cuatro veces en seis meses, la última vez el pasado 22 de diciembre. Semanas
antes, a mediados de octubre, unos encapuchados asaltaron el local del PSC en
Ciutat Vella y dejaron como huella una estelada pintada.
Unos
días antes, el domicilio del único concejal de ERC en Cunit (Barcelona) amaneció
con esvásticas pintadas en la puerta de su garaje. Semanas antes, grupos de
independentistas quemaron la bandera de España del Ayuntamiento de Begas
(Barcelona). No era la primera vez que lo hacían: tres veces en seis meses.
En
junio de 2012, fue atacada la sede del PP de Lérida. Y ese mismo mes, en una
acción coordinada, varias sedes de Convergència Democràtica de Catalunya
sufrieron los efectos de los radicales. Sin ir más allá, en noviembre de 2011,
la fachada de la sede del PSC en Nou Barris (Barcelona) también fue destrozada
por unos encapuchados.
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